viernes, 16 de agosto de 2013

¿ Derecho a opinar e informar vs derecho al honor y la veracidad?

Esta entrada rompe un poco con lo que va a ser la tónica habitual de este blog, no trataré de ocultar que tiene parte de trasfondo personal, pero no con ello quiero que quede diluida la verdadera intención del que escribe.

-Primero explicaré lo que me ha movido a escribir esta entrada:

<<Todos estos días estoy cansado de leer artículos de gente que no tienen el menor conocimiento de la materia y que empiezo a dudar que solo escriben por un mero afán de notoriedad, ya que prefiero pensar eso a que se trate de un afán gratuito por hacer daño; y este artículo es uno de tantos que pertenecen a ese grupo. Pero bueno le ayudare a resolver algunas de sus dudas>>

Así comenzaba el encabezamiento de "crítica" a una columna de opinión escrita en un periódico digital de carácter local, ésta versaba sobre el manido tema del trágico accidente ferroviario, dejando caer numerosos descalificativos hacia el maquinista del tren; bueno esto es algo que ya no me gusta de por sí pero lo que más me impresionó fue que todas las razones esgrimidas eran falaces y lo que es peor y hablando coloquialmente se notaba que no tenía ni idea de lo que hablaba. Bueno pues al parecer a tan "reconocida persona" (a la que se la atribuye una gran cultura y conocimiento) no le sentó nada bien mi crítica (en la que incluso me ofrecía a aclararle lo que desconocía), tanto es así que quince días después me dedicó un artículo (sí, se que parecerá ridículo e inverosímil, pero es así) que encabezó de la siguiente manera:"¿para opinar hay que saber?" algo que ya me dejó sin palabras.

Bueno esto sólo lo expongo para dar a entender el por qué de este escrito, no quiero extenderme más o convertirlo en algo personal, si alguien tuviera más interés que me pregunte y sin ningún problema le proporcionaré más datos.

-Ahora vayamos a lo que de verdad quiero exponer: En los días que vivimos, ¿vale todo con tal de "informar", rellenar noticias, o ser el primero en informar?
Porque a raíz de algunos temas que han estado de actualidad que de una forma o de otra, tenía en mayor o menor medida una base sólida de conocimientos, me he dado cuenta que de en  lo que realmente desconozco puedo estar dando por buenas muchas informaciones erróneas.
Hasta qué punto se puede permitir esto, hasta qué punto alguien que está para informar y debatir de política puede hacerlo de infraestructuras, de economía, incluso hasta de fútbol..

Muchos pensarán que esto puede ser incluso tirar piedras contra mi propio tejado, pero la cuestión es: Hay que diferenciar entre una opinión a secas, y una opinión que puede dañar la reputación de alguien, causar daño a terceras personas. o que puedan ser malintencionadas, tendenciosas o engañosas.


Me gustaría ilustrarlo con una anécdota que me llamó la atención leyendo la prensa el otro día:

En esta información se hacia referencia a como  la presidenta argentina Cristina Kirchner, después de perder las elecciones estrepitosamente, decía que la prensa había falseado los resultados omitiendo que había ganado en Alaska (excusa totalmente absurda); pero que me hizo pensar, si la propia presidenta del país acusa a la prensa de falsear malintencionadamente los datos.. Qué no pasará con lo que le interese omitir..


Acaso el sensacionalismo, las víctimas fáciles, las distracciones... acaso nos vale todo¿?


Para terminar, decir, que aparte del simple hecho de ser un blog como se explica en la primera entrada, esperaba poder darle un toque distintivo, y de momento me ha gustado la idea de ilustrar las noticias, en la medida de lo posible con canciones:

La radio ha dicho al fin que sucederá,
que todo exceso vuelve como un boomerang.
Somos portada con un tremendo titular.

Montan debates tensos en cualquier canal,
nos dan seis noches, siete, vamos, ¿quién da más, tú?,
incluso han puesto la fecha de caducidad.

Y aun así ...
pienso quedarme hasta el fin,
hasta que digas "no da para más".

Algunos dicen que ya han visto la señal,
bolas de fuego extrañas, supernova fugaz,
como las fiebres que con el viento amainarán.

Las malas lenguas tiran de otras muchas más
y presuponen siempre, es un juego fatal,
aunque su infamia esconda parte de verdad.

Y aun así ...
pienso quedarme hasta el fin,
hasta que digas "no da para más".

Pueden confundirnos y al final ganar,
y te advertiré, nos influirán.
Si el trayecto sigue y esta nave va,
¿qué más da, qué más da, qué más da?,
¿qué más da, qué más da, qué más da?


*Malas lenguas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario