lunes, 11 de noviembre de 2013

La sombra de España en Europa



En uno de los primeros artículos aquí escritos tratábamos el tema de Gibraltar desde el punto de vista de la relevancia internacional de España en la unión Europea, pues bien, que decir ahora sobre el nuevo revés que hemos recibido en el ámbito europeo.

Que el tribunal de Estrasburgo haya tumbado la doctrina Parot, no sólo a supuesto una sensación de cierto asombro, rabia e "injusticia"; sino un
duro golpe al gobierno español, al sistema de justicia español y al papel que juega España en el concierto de la diplomacia europea.


Y aquí nos debemos plantear, ¿la diplomacia española ha estado a la altura que las circunstancias exigían? ¿Realmente la izquierda abertzale radical y su propaganda han conseguido superar los esfuerzos del Estado para mantener en pie una ley (que basándonos en la justicia mas elemental parece a todas luces razonable)? ¿No se actúo demasiado tarde por un exceso de confianza?

A estas preguntas habría que sumar la expuesta anteriormente, ¿Qué peso tiene el Estado español y España como país miembro de la Unión Europea dentro de los organismos de esta?
Incluso el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, llegó a reconocer que España estaba "infrarrepresentada" en los órganos de decisión de la Unión Europea.
Y en un estudio realizado se ha llegado a la conclusión de que su peso es el más bajo desde su adhesión en 1986, que países menores como Grecia y Portugal tienen una mayor representación.

Está claro que la anulación de la doctrina Parot está suponiendo un huracán informativo y un motivo de gran indignación y protesta por parte de los ciudadanos de a pié. Pero, tal vez, habría que centrarse en el problema sustancial que nos ha llevado a esta situación y lo que es aun más acuciante, cómo dar la vuelta al desnortado rumbo de nuestra política exterior.


Ya que no debemos olvidar que en las circunstancias actuales, la política exterior, es uno de los pilares fundamentales (sino el pilar fundamental) de cualquier Estado democrático próspero.