martes, 24 de septiembre de 2013

El ejemplo de las elecciones alemanas.

Las elecciones alemanas acontecidas el pasado domingo han dejado numerosas escenas que parecen impensables en el panorama político español.

O alguien a estas alturas cree que sería posible tras unas elecciones generales en España la comparecencia pública y conjunta de todos los candidatos, vencedores y vencidos, en una especie de debate en la televisión. A un candidato derrotado, felicitando cara a cara a su "adversario" y sin "cortinas de humo, culpas a terceros..." asumir una de las derrotas más importantes de la historia de la democracia en su país y asumir que se han hecho las cosas mal para poco tiempo después presentar su dimisión (algo que parece de sentido común pero que en España suele ser bastante inusual dada la
política de "aferrarse al cargo" hasta las últimas consecuencias).

Otra lección a tener en cuenta es que, cuando ese manejaban los posibles resultados de las elecciones, las posibles gobiernos a formar resultaban chocantes con la concepción que tenemos en España:

-En el primer caso, se barajaba, una mayoría absoluta del partido de Angela Merkel: En este caso se hablaba de la posibilidad de un posible pacto con el segundo partido más votado SPD.
¿Alguno de nosotros nos imaginamos semejante posibilidad, aunque sea por un instante, en nuestro país? ¿alguien se imagina al PP o al PSOE con mayoría absoluta buscando el respaldo del contrario a la hora de formar gobierno? ¿Tan desvirtuada está nuestra concepción de la democracia?

-En el segundo caso, el escenario que se dio (en el que Merkel obtenía una victoria abrumadora pero insuficiente para poder gobernar en solitario): En este caso sólo se habla de con quien formará coalición el partido vencedor, nadie se le ha ocurrido ni por un momento que el resto de partidos formen una coalición e impidan al partido ganador gobernar relegando a este a la oposición. Simplemente y de nuevo, se trata de algo de sentido común y que resulta impensable en un sistema democrático como el Alemán. Pues bien, ¿sucedería lo mismo en España?
En España estamos hartos de ver como en ciudades y Comunidades Autónomas se producen alianzas entre los partidos de la oposición para impedir al partido mas votado gobernar, algo que en gran medida nos ha llevado a la situación en la que nos encontramos y actitudes como las de Alemania, por mucho que queramos echar balones fuera, son las que han llevado a su país a situarse como referencia de Europa.

Tal vez haya que replantarse lo que entendemos por democracia y respeto a los votantes.

martes, 17 de septiembre de 2013

El preocupante auge de los extremismos

Vivimos en un mundo en el que cada vez mas nos dejamos guiar por impulsos, tomamos decisiones basándonos en estos en muchas ocasiones anteponiendolos a la propia razón y a nuestras propias convicciones; si trasladamos esto a nuestra política y a estos momentos de crisis por los que circulamos, dan lugar a noticias como las acaecidas durante la fiesta de la diada en Madrid.


Con este artículo no pretendo centrarme en este acto a todas luces reprobable, aunque ahora, como suele suceder, muchos de los también extremistas catalanes parecen olvidar sus múltiples actos de vandalismo, boicots, insultos repetidos a personas contrarias a sus ideas, quema de banderas etc.. Siempre hay que condenar actos como el ocurrido pero para hacerlo antes uno debe palparse bien su propia ropa...
Pero como digo este no es el tema central de este artículo, sino, la preocupante adhesión que empiezan a encontrar estos movimientos en los países que se encuentran acuciados por la crisis y si nos centramos en España, a este panorama tenemos que añadir una población cada vez mas escéptica ante la clase política perteneciente a los principales partidos y a una corrupción latente en el día a día. Esto está suponiendo un campo de cultivo para estos movimientos, dotados de ideas radicales que pretenden aglutinar a todo ese grupo de gente hastiada y que solo buscan un cambio (independientemente de lo que esto suponga), algo en lo que creer, algo que les permita descargar su propia frustración..

El problema es: ¿Podría darse en España un panorama político como el sucedido en Grecia? ¿Podría un grupo bien de extrema derecha. extrema izquierda o ultranacionalista radical obtener una representación "importante" en el parlamento?

Tal vez aún estemos a tiempo de reflexionar y cambiar las cosas, cortar las alas a estos grupos y "partidos" que se mantienen a base de crear intolerancias y un ambiente de crispación y movilización permanente.

Como ultimo ejemplo y solo para invitar a reflexionar a mis lectores: se trata de las circunstancias que llevaron al poder al movimiento nazi en Alemania, circunstancias muy parecidas a las que se dan ahora en algunas países de Europa, una población ahogada por circunstancias económicas difíciles, en un ambiente de inestabilidad social:





Esperemos que de sucesos como estos que la historia nos ha ido mostrando, nos hayamos dado cuenta de que estos extremos NUNCA suponen una solución y que no buscan mas que aprovecharse de las debilidades y problemas de las masas.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Cojo un Nóbel y lo tiro por el retrete y ya son..





-En los últimos días hemos asistido al ejemplo más claro de que los premios de cierta categoría deben ser otorgados por acciones, por una trayectoria, en lugar de por palabras o la que ya casi parece entregar un premio de forma preventiva para ver si así se puede evitar que ocurriese lo que se está viendo. Hablo ni más ni menos que del premio Nóbel de la Paz entregado a Obama en el año1999; premio que se le otorgó según la propia fundación por "sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre pueblos", si señores hablamos del mismo hombre que hace unos días realizaba la afirmación " de que no por atacar o derrocar a Bashar al-Asad iban a cambiar las cosas y que ni siquiera existían pruebas fehacientes de que las armas químicas hubiesen sido realmente utilizadas por el régimen sirio", entonces, todos pensaríamos que un ataque no tendría ningún sentido, pues no, pone en manos del congreso dicha posibilidad. Algo absurdo, pero aun ahí más, lo que debería recibir es un premio a la cobardía, a lavarse las manos como Poncio Pilatos, a no cumplir sus atribuciones como presidente y tomar el la decisión, una decisión que el mismo es consciente de que es errónea y por eso mismo trata de desentenderse..

Un traspiés para estos premios, que han sufrido ya alguno que otro y que resultan escandalosos:

-En 1939 Hitler fue nominado al premio Nóbel de la Paz por ver en el un hombre de paz...
-Henry Alfred Kissinger por sus negociaciones para llegar a una paz entre EEUU y Vietnam recibió el Nóbel, su interlocutor vietnamita tuvo la decencia de renunciar al premio puesto que la Paz no se había logrado. A esta bella persona se la considera responsable de apoyar el golpe de Estado en Chile, Uruguay, Indonesia además de ayudar Jemeres Rojos. Su nombre suene también como implicado en todo lo ocurrido con los desaparecidos en Argentina en la época de la Junta militar...
-John Forbes Nash (Premio Nobel de Economía de 1994). Su esquizofrenia, así como rumores del supuesto antisemitismo, lo hizo tan polémico que el comité Nobel revisó el proceso de selección.



Aunque nosotros tampoco nos quedamos atrás, en ocasiones también podemos decir que hemos "metido la pata hasta el fondo" en nuestros reputados premios Príncipe de Asturias:

-La concesión del PPA  a Fernando Alonso, se lo dieron antes que Schumacher. Sólo hay que comparar la trayectoria de ambos pilotos cuando se le concedió el premio al primero (pecamos de orgullo patrio)
-O algún otro error, aunque estos tal vez difícilmente se podrían predecir cómo en el caso de la pertiguista Yelena Isinbayeva, que sorprendió al mundo del deporte con sus homófobas declaraciones.

*De manos de estos jurados queda la posibilidad de que dentro de poco los candidatos a los que no se les otorgue sientan un profundo alivio, debido a la politización y mediatización de estos premios.